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El sobrepeso excesivo es un problema que afecta a más del 15% de los españoles mayores de edad.
En la mayoría de casos de sobrepeso excesivo, la solución pasa por llevar a cabo una serie de medidas y hábitos en los que el usuario tiene mucho margen de actuación. La alimentación, el deporte o el consumo de productos especializados son las mejores armas para combatir un peso por encima de lo recomendable, hay un amplio abanico de iniciativas saludables que ayudan a cumplir con este objetivo.
La comida que ingerimos diariamente juega un papel decisivo en el correcto funcionamiento del organismo. Hay determinados productos que pueden ayudar a perder peso, manteniendo fuerte, además, todos los órganos y músculos del cuerpo. Comer de todo es un tópico que nunca falla. La dieta debe incluir todo tipo de productos: carne, pescado, vegetales o frutas No hay que abusar de ninguno de ellos; si bien es importante evitar aquellas comidas ultra procesadas así como buscar alimentos naturales y nutritivos.
Los hidratos de carbono juegan un papel muy importante en el reto de la reducción en la báscula. La pasta y el arroz aportan mucha energía y se desgastan con una relativa facilidad, por lo que el usuario puede comer un alimento sano, enérgico y que es fácil de digerir. En una expresión más coloquial: no engordan.
En el marco de la alimentación como base para perder peso cabe recordar que las grasas pueden ser buenas. El aceite de oliva es el mejor ejemplo, un producto muy graso que, a su vez, es nutritivo. ¿Cuándo está el problema? En aquellos platos en los que se fríe, por ello es recomendable evitar esta acción.
La alimentación influye en la pérdida de peso de forma notable y no solo por el tipo de producto que se ingiere. Los hábitos son también importantes para conseguir el equilibrio en el cuerpo. En ese sentido, es recomendable realizar cenas ligeras. ¿El motivo? Lo que viene después. Las personas tienden a descansar después de cenar, así que los alimentos ingeridos en esta franja horaria tardan mucho más en digerirse. Es cierto que entre la cena y el desayuno pasan muchas horas, tanto como que la mayoría de este tiempo se pasa durmiendo; por lo que la sensación de hambre no es tal. Los españoles, además, cenamos a partir de las 21:00 horas, más tarde que en el resto de Europa; lo que exige vigilar, con más atención, este aspecto.
Comer despacio es otra buena medida que es gratis y que ayuda a reducir la cantidad de peso ganada en cada comida. La sensación de saciedad tarda al menos veinte minutos en obtenerse, por lo que, si comemos rápido, podemos incurrir en la acción de comer sin tener necesidad ni hambre. Ya sea en la comida o la cena, es recomendable beber bastante cantidad de agua, porque no tiene calorías y resulta muy beneficiosa para el funcionamiento del organismo.
Productos nutricionales
La industria alimentaria ha realizado importantes avances en los últimos años y algunos de ellos se han canalizado a través de los suplementos nutricionales, productos concentrados que permiten aportar la cantidad de proteínas y vitaminas necesarias. Se trata de batidos, snacks y otros suplementos que son muy nutritivos y que suponen de gran ayuda a la hora de perder peso. Son productos muy bajos en calorías que contienen la cantidad de todos los tipos de nutrientes que el cuerpo humano necesita.
La ventaja de los complementos nutricionales es su adaptabilidad a todo tipo de situaciones y contextos, de manera que el usuario puede encontrar productos para los diferentes momentos del día: desayuno, almuerzo, comida, merienda o cena.
La tercera pata del camino hacia la pérdida de peso es el deporte. Independientemente de las posibilidades, capacidades o habilidades de cada persona, todas deben encontrar un espacio en el que realicen ejercicio físico. El margen es muy amplio. Quienes encuentren esta idea aburrida o tengan más dificultades, pueden salir diariamente a andar (cuatro kilómetros al día es una buena media). El coche debe quedarse a un lado durante este periodo. La bicicleta es también una herramienta idónea para tratar de reducir el peso, ya sea estática o convencional. Además, los aficionados a la natación reciben aquí buenas noticias; pues este deporte es el más completo.
Salir a correr es otra de las acciones deportivas que puede tener una incidencia muy positiva sobre el cuerpo. No es necesario realizar grandes recorridos, pues con veinte minutos diarios, durante unas cuatro veces a la semana, es suficiente para perder una buena cantidad de grasa.
A estos tres factores se suman otros apoyos. Dormir bien y durante un largo periodo, ocho horas al día, ser una persona tranquila y alejada del estrés o aceptar, desde el punto de vista mental, la situación son acciones que suponen de gran ayuda para cumplir con este reto.