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El 25º Congreso Aecoc del Sector Salud se ha celebrado esta semana en Madrid con una clara mirada hacia el futuro y la transformación de una industria farmacéutica que confía en una atención al paciente de calidad y apuesta por la tecnología.
El Congreso Aecoc del Sector Salud fue inaugurado ayer por José María Bonmatí -director general de la entidad- que subrayó “la importancia de mirar al futuro con una visión colaborativa para construir una cadena de valor más competitiva, eficiente y resiliente, capaz de aportar un mayor valor al ciudadano.”
En este sentido, remarcó que la clave está en garantizar que tanto los productos como la información fluyan con calidad a lo largo de toda la cadena, apoyados en un sólido gobierno del dato. José María Bonmatí también ha recordado que, a lo largo de los últimos 25 años, “la actividad de Aecoc en el ámbito de la salud se ha sustentado sobre una base común de estándares que permiten hablar un mismo lenguaje entre los agentes del sector e impulsar nuevas herramientas, servicios y procesos de benchmarking que aporten valor añadido a la actividad de las empresas.”
En su intervención, ha señalado además el papel clave que jugarán las tecnologías exponenciales para afrontar retos como el aprovisionamiento de medicamentos o la gestión de las roturas de stock, considerando la digitalización y la innovación como facilitadoras del cambio y, por ello, como pilares del Plan Estratégico 2024-2026 de la Asociación. Por último, el director general de Aecoc ha hecho hincapié en la necesidad de avanzar hacia una cadena de valor más sostenible, especialmente en la descarbonización logística, objetivo que la asociación promueve a través de la iniciativa Lean&Green.
Por su parte, César Hernández -Director General de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia del Ministerio de Sanidad-, puso en valor la complejidad y eficacia del sistema sanitario, una red articulada por múltiples actores que, desde distintos ámbitos, hacen posible que el paciente reciba la atención necesaria. “Este sistema, considerado por nuestro Ministerio como uno de los mayores mecanismos de redistribución de la riqueza, debe preservarse, pero también adaptarse. El hecho de contar con un buen sistema no excluye la necesidad de transformarlo continuamente para responder a los cambios sociales".
"En las últimas décadas, las expectativas de la ciudadanía han evolucionado, especialmente en cuanto a cómo se desea recibir la información y los servicios sanitarios". En este contexto, la digitalización, los datos y la tecnología se presentan como palancas clave para impulsar una transformación transversal que responda a las nuevas demandas. El reto del sistema es, por lo tanto, ofrecer una atención más cercana y personalizada, que acompañe al paciente sin alterar su vida cotidiana. No obstante, en un entorno en constante cambio, Europa y España se enfrentan a la necesidad de actualizar su marco legislativo para alinearlo con la realidad actual del sistema sanitario.
La regulación, que en muchos casos se basa en normativas de casi dos décadas de antigüedad, debe evolucionar para no quedar rezagada respecto a un sector altamente sofisticado y tecnológicamente avanzado. "Por lo tanto, el objetivo es claro: preservar el modelo sanitario, reequilibrar el sistema e introducir los incentivos adecuados que garanticen el acceso a la innovación y el mantenimiento de medicamentos con menor atractivo comercial pero gran valor terapéutico.”, ha señalado.