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Las celebraciones navideñas suponen un desafío para la salud digestiva de toda la familia, especialmente en personas con Síndrome del Intestino Irritable (SII). La Dra. Ana Isabel Ortiz, gerente del Área de Salud de Grupo Farmasierra, propone adoptar una "rutina digestiva consciente en familia", un marco práctico orientado a prescriptores que buscan estrategias basadas en hábitos saludables y microbiota para prevenir descompensaciones.
Cambios en los horarios, comidas más copiosas, ingesta elevada de azúcares y grasas, mayor exposición a estímulos y niveles más altos de estrés convierten la Navidad en una etapa proclive a molestias digestivas en niños y adultos. El Síndrome del Intestino Irritable (SII) —que afecta al 15% de la población— puede experimentar exacerbaciones asociadas a esta alteración de rutinas. El dolor abdominal, la distensión, los gases o las alteraciones del tránsito se intensifican con frecuencia en el contexto festivo.
"La Navidad puede convertirse en un verdadero desafío digestivo, especialmente para personas con SII o mayor sensibilidad intestinal, incluidos los niños", explica la Dra. Ana Isabel Ortiz. "Con una buena planificación y decisiones conscientes es posible minimizar síntomas sin renunciar al disfrute".
Las molestias digestivas tienen causas distintas en función del grupo de edad.
En niños, los principales factores de riesgo incluyen:
En adultos, destacan:
La Dra. Ortiz insiste en que "la clave está en adaptar las recomendaciones a cada etapa de la vida, sin prohibiciones estrictas, pero fomentando decisiones más saludables compatibles con la dinámica navideña".
Este enfoque ofrece una guía sencilla para prescriptores que atienden a familias durante la temporada navideña. A continuación, se detallan las recomendaciones clave diferenciadas por grupos, pero diseñadas para convivir en un mismo hogar.
Durante la Navidad, la microbiota puede alterarse por una mayor ingesta de grasas y azúcares o por la ruptura de rutinas. La Dra. Ortiz destaca la utilidad de probióticos con evidencia clínica, como la cepa única Bifidobacterium longum 35624®, un microorganismo naturalmente abundante en personas sanas y con eficacia demostrada en la reducción de síntomas asociados al SII en adultos y niños.
Para población pediátrica existe una presentación en sobres monodosis, que facilita la adherencia. "Esta cepa contribuye a mantener estable la microbiota y puede ayudar a disminuir dolor abdominal, gases y distensión", señala la especialista.
Referencias: