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Cada vez hay un mayor número de personas que se interesan por incorporar a sus rutinas de cuidado la fitoterapia. De hecho, según el Centro de Investigación sobre Fitoterapia, más del 70% de la población utiliza habitualmente plantas medicinales con fines terapéuticos.
La medicina natural se ha practicado desde la antigüedad en diferentes culturas. Un ejemplo de ello, lo encontramos en la Real Farmacia del Palacio Real donde se puede encontrar una amplia colección de recipientes cerámicos con plantas medicinales.
Ahora, cada vez más gente opta por la fitoterapia para aliviar, sobre todo, problemas digestivos y combatir los síntomas de los resfriados. "Las mujeres son mayoritariamente el target que consume este tipo de productos. Aunque cada vez nos encontramos con hombre y con población joven que nos pregunta por opciones naturales para mejorar algún aspecto relacionado con su salud", explica Carolina Girbés, directora de comunicación y marketing de Herbolario Navarro.
Sin duda, una de las mayores ventajas de la fitoterapia es el respeto por los procesos biológicos del organismo, así como los propios de cada individuo. Los principios activos de plantas y alimentos son usados por el cuerpo para potenciar sus diferentes procesos bioquímicos. Por eso, el cuerpo los reconoce como propios y no como sustancias externas que combaten un síntoma, pero dejan una secuela como ocurre con muchos medicamentos.
Plantas como la valeriana, tila, melisa, salvia, pasiflora y hierba luisa son algunas de las más usadas para trastornos relacionados con el sistema nervioso como la ansiedad, los problemas para conciliar el sueño o los problemas digestivos, tan habituales en la actualidad por la cantidad de consumo de procesados.
Además, cabe destacar que la fitoterapia es una práctica respetuosa con el medio ambiente porque el producto en sí mismo no contamina el aire, las aguas o el suelo. Cuando el producto se deshecha se biodegrada de forma natural. Se reducen considerablemente los envases y se evitan embalajes innecesarios.
