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El informe anual de Kantar “Who Cares, Who Does?” muestra cómo las preocupaciones por la salud ganan protagonismo entre los consumidores y señala que un 12% de los españoles ha usado, usa o ha considerado los productos GLP-1 para adelgazar.
El 43% de los consumidores en España declara estar reduciendo el consumo de dulces, mientras que un 47% afirma que intenta limitar los productos ultraprocesados, según el informe anual Who Cares, Who Does? de Kantar. Estos datos confirman una mayor sensibilidad hacia la salud, la nutrición y la calidad de vida, aspectos cada vez más presentes en el comportamiento de compra.
El estudio revela que el 51% de los españoles identifica el peso corporal como un problema relevante, seguido por el sueño (41%), el estrés (41%) y la ansiedad (38%). Esta combinación muestra cómo la salud mental y la salud metabólica avanzan juntas en las prioridades del consumidor.
Si bien es cierto que las prioridades varían en función de la edad. Los jóvenes tienen una mayor preocupación por el peso, el estrés y la ansiedad; mientras que los mayores ponen el foco en salud cardiovascular, colesterol y diabetes.
El informe también analiza la creciente influencia de los tratamientos GLP-1, fármacos que inciden en el apetito y el control del peso. A nivel global, los hogares donde alguien usa o está considerando usar GLP-1 representan ya un gasto de 241.000 millones de dólares en gran consumo. En España, el 12% de los consumidores ha usado, usa o ha valorado usar este tipo de medicamentos, una cifra que confirma su relevancia emergente tanto para profesionales sanitarios como para la industria alimentaria.
El estudio sitúa al azúcar como la principal inquietud alimentaria: un 26% de los españoles declara preocupación por su consumo. Esta tendencia se enmarca en un contexto regulatorio y social más exigente, donde medidas como el incremento del IVA a las bebidas azucaradas en 2021 (del 10% al 21%) buscan fomentar hábitos más saludables.
