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Más del 70% de las mujeres mayores de 45 años declara haber experimentado un aumento de grasa abdominal desde el inicio de la menopausia, según la última encuesta de DOMMA, compañía especializada en salud femenina durante el climaterio. El estudio pone sobre la mesa las principales preocupaciones físicas y estéticas asociadas a esta etapa vital, especialmente en relación con la imagen corporal, la energía y la dificultad para perder peso.
Además de la acumulación de grasa, los datos revelan que el 63% de las mujeres reporta fatiga constante, mientras que una de cada dos asegura sentirse más hinchada y tener más dificultades para adelgazar. La pérdida de masa muscular (44%), las alteraciones en marcadores de salud como colesterol o glucosa (25%) y la pérdida ósea (14%) también forman parte de los síntomas físicos asociados.
“Muchas mujeres se cuidan, hacen ejercicio y aún así no logran ver resultados visibles. Eso genera frustración y afecta a su autoestima”, apunta Mireia Roca, cofundadora de DOMMA. De hecho, según la experta, “la preocupación estética llega a superar a la preocupación por la salud”.
Desde el punto de vista nutricional, Raquel Clapés, dietista-nutricionista experta en menopausia, insiste en adoptar estrategias alimentarias que favorezcan el control del peso y la composición corporal:
Evitar carbohidratos refinados y preferir cereales integrales o legumbres.
Acompañar los hidratos con fibra y verduras para reducir la carga glucémica.
Incluir proteína en cada comida para mantener la saciedad y preservar la masa muscular.
Consumir frutas enteras con piel, por su contenido en fibra y micronutrientes.
Según Clapés, una alimentación adaptada al impacto hormonal de esta etapa, junto con entrenamiento de fuerza regular y un abordaje profesional, puede ayudar a mejorar no solo la composición corporal, sino también la salud metabólica y el bienestar emocional de las mujeres en la menopausia.