por Nutrasalud 9 de octubre, 2025
< Volver

Una alimentación rica en fibra, omega-3 y alimentos frescos favorece la concentración, la memoria y el bienestar emocional, según la profesora Mariangela Tabone (Universidad Europea).

La relación entre nutrición y salud cerebral es cada vez más clara. ´Somos lo que comemos´ ya no es solo un dicho popular, sino una afirmación respaldada por la ciencia. Tal y como explica Mariangela Tabone, profesora de Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud de la Universidad Europea, "una dieta equilibrada puede ser tan importante para el rendimiento diario como el descanso".

Aunque el cerebro apenas representa un 2% del peso corporal, consume alrededor del 20% de la energía que ingerimos, lo que lo convierte en uno de los órganos más exigentes desde el punto de vista nutricional. "La calidad de los alimentos repercute directamente en cómo pensamos, recordamos, aprendemos y hasta en cómo nos sentimos", afirma Tabone.

Claves para nutrir el cerebro: energía sostenida y equilibrio intestinal

El principal combustible del cerebro es la glucosa, pero no todas las fuentes son iguales. Cuando proviene de alimentos ricos en fibra, cereales integrales o legumbres, la liberación es progresiva, favoreciendo la concentración y el rendimiento cognitivo. En cambio, los azúcares simples y ultraprocesados provocan picos y caídas bruscas de glucosa, generando fatiga mental y cambios en el estado de ánimo.

Otro de los grandes descubrimientos de los últimos años es el papel de la microbiota intestinal en la salud cerebral. "Las bacterias que habitan nuestro intestino influyen en la producción de serotonina y otros neurotransmisores", explica la profesora. "Por eso, las dietas ricas en fibra, frutas, verduras y alimentos fermentados ayudan a mantener el equilibrio intestinal, reduciendo el riesgo de ansiedad, depresión y deterioro cognitivo".

Nutrientes esenciales para una mente activa

Las grasas saludables, especialmente los ácidos grasos omega-3, son fundamentales para la comunicación entre neuronas. "Una dieta que incluya pescado azul, nueces o semillas se asocia con una mejor memoria y un menor riesgo de fatiga mental", añade Tabone.

Asimismo, la colina, presente en alimentos como el huevo, es clave para la producción de acetilcolina, neurotransmisor directamente relacionado con el aprendizaje y la memoria.

Más allá de los macronutrientes, los antioxidantes y micronutrientes esenciales presentes en frutas, verduras y alimentos frescos ayudan a proteger el cerebro del estrés oxidativo. "Una dieta pobre en estos alimentos deja al cerebro más expuesto al daño celular y a la inflamación", advierte Tabone. "Y conviene recordar que el estrés no se limita a lo emocional: los procesos inflamatorios sostenidos también afectan al rendimiento mental y pueden aumentar la vulnerabilidad frente a enfermedades neurodegenerativas".

Noticias relacionadas

comments powered by Disqus

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de sus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas o videos vistos). Puedes obtener más información y configurar sus preferencias.

Configurar cookies

Por favor, activa las que quieras aceptar y desactiva de las siguientes las que quieras rechazar. Puedes activar/desactivar todas a la vez clicando en Aceptar/Rechazar todas las cookies.

Aceptar/rechazar todas
Cookies Analíticas

Cookies que guardan información no personal para registrar información estadística sobre las visitas realizadas a la web.

Cookies de Marketing

Cookies necesarias para determinadas acciones de marketing, incluyendo visualización de vídeos provenientes de plataformas como Youtube, Vimeo, etc. y publicidad de terceros.

Cookies de Redes Sociales

Cookies relacionadas con mostrar información provenientes de redes sociales o para compartir contenidos de la web en redes sociales.