Biocop propone cuatro alternativas al pan blanco con motivo del Día Mundial del Pan

Cuando hablamos de pan, el trigo espelta es, quizás, la alternativa más conocida al trigo común, señalan desde Biocop. Suave, gustoso y rico en minerales, vitaminas y oligoelementos, la base del pan de trigo espelta es una harina más salvaje, y sin refinar, por lo tanto, integral. El hecho de no separar el grano del salvado, también le propicia mantener mejor sus propiedades, entre ellas, un alto contenido en fibra y proteínas de calidad. Biocop mantiene su nuevo pan de molde de trigo espelta integral con semillas.

El trigo khorasan Kamut es un cereal ancestral muy rico en nutrientes esenciales que ya se consumía en el Antiguo Egipto. De sabor más dulzón, el trigo khorasan Kamut tiene un alto contenido en fibra, es fácil de digerir, antioxidante y muy energético. Además, constribuye a reducir los niveles de azúcar en sangre y de colesterol.

También conocido como pan alemán, el pan de centeno es menos calórico y tiene un alto contenido en fibra, más incluso que el resto de cereales. Es rico en hierro y fósforo, y ofrece un importante aporte de vitamina E, con función antioxidante. Por otro lado, el centeno protege las mucosas digestivas, por eso es aconsejable en casos de gastritis o dolores de estómago.

El pan de trigo sarraceno tiene un sabor más intenso y un consumo habitual puede controlar los niveles de azúcar en sangre e incluso proteger ante determinados problemas cardiovasculares, siempre que se siga una dieta saludable. Esta vieja semilla es un pseudocereal sin gluten, rico en fibra, minerales y antioxidantes. Compuesto principalmente de hidratos de carbono y proteínas, su valor nutricional es superior a otros cereales, lo que lo convierte en una opción muy interesante, añaden también desde la firma catalana.