Este estudio puesto en marcha por Nutricia, recoge la efectividad de los simbióticos para prevenir el asma en lactantes con dermatitis atópica. Los simbióticos se definen como una mezcla de probióticos y prebióticos que ayudan a crecer y a colonizar el intestino. Son capaces de aumentar la flora intestinal y la microbiota del ser humano, y favorecer así la prevención y la mejora de enfermedades intestinales. Además, refuerzan las defensas del organismo frenando la proliferación de bacterias patógenas y evitando infecciones.

Este estudio surge para evaluar el papel que una mezcla simbiótica puede ejercer sobre el desarrollo natural de ciertas entidades atópicas en lactantes de riesgo alérgico. Se trata de una cuestión importante, ya que estas entidades además de ser muy prevalentes en la edad pediátrica pueden llegar a tener una clara repercusión sobre la salud o la enfermedad del adulto.

De hecho,  según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). alrededor del 20% de los casos de dermatitis atópica se produce en niños de 0 a 5 añosⁱ. En la actualidad, se sabe que los niños con dermatitis atópica presentarán sintomatología respiratoria, fundamentalmente asma y/o rinitis atópica, en hasta el 80% de los casos.

Nueva evidencia en la prevención de lactantes de riesgo alérgico

Este estudio aleatorizado y doble ciego se ha llevado a cabo con una muestra de 90 lactantes nacidos a término, menores de siete meses alimentados exclusivamente con fórmula artificial y afectos de dermatitis atópica.

Durante 12 semanas, los bebés recibieron una fórmula extensivamente hidrolizada (FEH) con una combinación simbiótica específica consistente en un probiótico, Bifidobacterium breve M-16V 1,3 x 109 UFC/100 ml, y una mezcla prebiótica específica, compuesta de galacto-oligosacáridos de cadena corta (scGOS) y fructo-oligosacáridos de cadena larga (lcFOS) en proporción 9/1 0,8 g/100 ml, o bien la misma FEH sin esta combinación simbiótica.

Un año después del inicio de la intervención, se ha visto que la prevalencia de síntomas asmáticos o similares (prevalencia de “sibilancias recurrentes” y “respiración nasal diferente de resfriados”) fue del 13,9% en el grupo de lactantes que recibió la fórmula con simbióticos, frente al 34,2% del grupo que recibió la FEH sin esta combinación simbiótica. Además, una cantidad menor de pacientes precisaron iniciar medicación para el asma, con un porcentaje del 5,6% frente a un 25,6%.

Por todo ello, la suplementación con simbióticos en las fórmulas lácteas infantiles ha demostrado una mayor colonización intestinal por bifidobacterias, lo que conlleva beneficios potenciales para la prevención y el tratamiento de las alergias.

La disminución en la prevalencia de entidades atópicas es muy relevante en la salud infantil, por lo que la constatación de esta posibilidad, mediante estrategias relativamente sencillas como la suplementación de las fórmulas infantiles, posee un alto interés. Por tanto, la adición de estudios que aporten valor complementario a los ya conocidos sobre determinados productos bióticos, como es el caso de la mezcla prebiótica scGOS/lcFOS 9:1, remarcan el papel beneficioso que estos productos pueden tener en la práctica clínica y el desarrollo de fórmulas infantiles de calidad