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Uno de los desafíos a los que se enfrentan las oficinas de farmacia es la escasez de medicamentos y la viabilidad económica de los negocios. En este artículo, LUDA Partners pone el acento en esta problemática con ocasión de la efeméride.
Las más de 22.000 farmacias en España desempeñan un importante papel en la atención primaria. En la denominada "España vaciada", a menudo representan la única referencia sanitaria disponible para los lugareños, o la más accesible. Con una farmacia por cada 2.161 habitantes, el país cuenta con una de las densidades más altas de estos establecimientos en Europa. Esto no solo garantiza un acceso cercano y constante a los medicamentos, sino que también ayuda a descongestionar los centros de salud al resolver más del 80% de las consultas menores, convirtiéndose en la primera opción para el 60% de los ciudadanos antes de acudir al médico, según datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España.
A pesar de esta proximidad, la escasez de medicamentos se ha convertido en un problema alarmante en los últimos años. En enero de 2024, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) reportó un récord histórico de 957 presentaciones farmacéuticas con problemas de suministro simultáneamente. Esta falta de medicamentos afecta tanto a grandes ciudades como a pequeñas localidades, poniendo en riesgo la salud de aquellos que dependen de medicamentos esenciales.
Según un estudio realizado por LUDA Partners, la Red Digital de Farmacias que permite la localización inmediata de medicamentos en boticas, los fármacos que más faltas están presentando en las estanterías de las boticas españolas son Concerta, Ozempic, Higrotona, Trulicity y Kreon.
Al analizar los datos por grupos terapéuticos, se observa que los tratamientos para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) son los que más faltan, actualmente, en las farmacias españolas, representando el 18% de las localizaciones realizadas a través de la herramienta LUDA. En segundo lugar se encuentran los antidiabéticos, con un 12% del total, mientras que los diuréticos ocupan el tercer lugar con un 6%, debido a la reciente escasez de Higrotona.
Además de la escasez de medicamentos, las farmacias en España enfrentan desafíos económicos. Bajo un sistema de márgenes regulados diseñado para garantizar la accesibilidad de los medicamentos a los ciudadanos, estos establecimientos ven limitada su capacidad para generar ingresos suficientes. Muchas farmacias dependen de la venta de productos no regulados, como los de parafarmacia, ortopedia y óptica, para mantenerse a flote. Sin embargo, la competencia con grandes cadenas y plataformas online, que pueden ofrecer precios más bajos, amenaza la viabilidad de las farmacias locales.
Para enfrentar estos desafíos, las boticas están explorando nuevas fuentes de ingresos y modelos de negocio. Un enfoque que está ganando popularidad es la remuneración por servicios de atención farmacéutica, un modelo implementado en otros países que reconoce el valor de los servicios prestados por los farmacéuticos más allá de la simple dispensación de medicamentos. Además, la integración en el comercio online de productos de parafarmacia ofrece nuevas oportunidades en un mercado en crecimiento.
Plataformas de Quick Commerce como Glovo, Uber y Just Eat, junto con cadenas como Miravia y plataformas web de laboratorios como Enna o P&G, están colaborando con las farmacias para canalizar sus ventas online. Estas colaboraciones no solo aumentan los ingresos de las boticas, sino que también les permiten competir de manera más eficaz y aprovechar su capilaridad.
En resumen, el Día Mundial del Farmacéutico pone de relieve la necesidad de reforzar las políticas públicas para asegurar que las farmacias, sobre todo en las zonas más vulnerables, continúen siendo un punto de referencia en España. Aunque los retos son considerables, con las reformas e iniciativas digitales adecuadas, las farmacias pueden seguir desempeñando su papel en la salud pública del país, e incluso prosperar.