por NutraSalud 22 de enero, 2024
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Estudios recientes han demostrado que la vitamina D desempeña un papel clave en el mantenimiento de una defensa inmunológica saludable y, dado que la mayoría de las personas mayores tienen deficiencia de este nutriente, cada vez más científicos recomiendan tomar un complemento.

La capacidad de resistir resfriados, gripes y otras enfermedades infecciosas depende de una variedad de factores como los genes, la dieta, el estilo de vida y la edad. A medida que envejecemos nuestro riesgo de contraer alguna enfermedad aumenta y tiene mucho que ver con que nuestro sistema inmunológico pierde potencia. No existe una fórmula mágica contra la enfermedad, pero hay muchas cosas que se pueden hacer para que las probabilidades sean más favorables. Una de las cosas en las que la ciencia se ha centrado mucho en los
últimos años es en la vitamina D, que es un nutriente tradicionalmente asociado con la salud ósea.

Vitamina D, grave deficiencia en las personas mayores

Múltiples estudios han demostrado que la vitamina D o ”nutriente del sol”, como a menudo se le llama porque sintetizamos la vitamina en nuestra piel en respuesta a la exposición al sol, tiene un papel que se pasa por alto en la salud inmunológica. Nuestro sistema inmunológico depende en gran medida de la vitamina D. Sin embargo, debido a que muchas personas mayores reciben muy poca luz solar para permitir una síntesis suficiente de vitamina D en la piel, no tienen suficiente nutriente en la sangre para respaldar esta función esencial.

Esto quedó claramente ilustrado por un estudio español de 468 hombres y mujeres con una edad media de 76 años. El nivel promedio de vitamina D entre los participantes fue de 20,3 ng/ml, muy por debajo de la recomendación mínima. Un tercio de los participantes tenía una deficiencia grave de vitamina D, y los científicos detrás del estudio recomiendan la complementación para compensar esta deficiencia. El estudio fue publicado en la revista científica Revista Española de Geriatría y Gerontología.

Aunque España es uno de los países mediterráneos con más horas de sol, sorprendentemente mucha gente carece de vitamina D. Según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el 40% de los menores de 65 años y más del 80% de los mayores de 65 años tienen niveles bajos de este nutriente en la sangre.

Vitamina D, evidencias cientificas

La deficiencia de vitamina D también se observa típicamente entre quienes comen de manera poco saludable, pasan demasiado tiempo en interiores, fuman, tienen sobrepeso o padecen enfermedades crónicas. Y hay buenas razones para mantener los niveles de vitamina D en un rango aceptable, especialmente con la presencia de Covid-19 y otras pandemias. Aunque cada vez más personas se vacunan, cada vez hay más pruebas de que
la vitamina D desempeña un papel crucial para mantenerse saludable en todas las edades.

Un gran estudio de 2020 publicado en la revista científica PLoS One mostró que las personas con niveles circulantes bajos de vitamina D tienen una tasa de infección por SARS-COV-2 un 54% más alta que las personas con cantidades adecuadas del nutriente en la sangre. El estudio fue realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston en Massachusetts.

Otro estudio de la Universidad de Medicina de Chicago, que se llevó a cabo con 489 pacientes, mostró que las personas que carecen de vitamina D tienen casi el doble de probabilidades de contraer COVID-19 que aquellas con niveles normales y saludables del nutriente.

Lo que hace que la deficiencia de vitamina D sea tan problemática es que aumenta el riesgo de un sistema inmunológico hiperactivo con hiperinflamación y tormenta de citocinas. A diferencia de lo que mucha gente cree, la vitamina D no es tanto un refuerzo inmunológico sino un regulador inmunológico. El sistema inmunológico lanza varios sistemas de ataque en respuesta a las infecciones y, si estos mecanismos de respuesta no se mantienen bajo control, pueden fallar y comenzar a atacar el tejido sano. Eso es exactamente lo que sucede cuando el Covid-19 de repente se vuelve potencialmente mortal.

El año pasado, investigadores británicos de la Universidad Queen Mary de Londres quisieron investigar si la complementación diaria con vitamina D podría reducir la tasa de Covid-19 y otras infecciones respiratorias agudas. Seis mil voluntarios reclutados para el estudio fueron divididos aleatoriamente en dos grupos. Un grupo recibió una cápsula de 20 microgramos cada día, mientras que el otro grupo recibió una cápsula con 80 microgramos de vitamina D. El preparado fue concedido por Pharma Nord, un fabricante líder de complementos nutricionales.

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