Empresas Premium
La proteína microbiótica llega a España como una alternativa altamente nutritiva, recomendada para ganar o mantener masa muscular, mejorar la salud intestinal y reforzar el sistema inmune, siendo apta para personas inmunodeprimidas, alérgicos, celiacos, veganos, e incluso niños y embarazadas. Esta nueva generación de proteínas supone un cambio de paradigma en la alimentación del futuro: más saludable, más ética, sostenible y eficiente.
Elaborada a partir de la levadura Saccharomyces cerevisiae mediante procesos de fermentación, representa una alternativa revolucionaria a las proteínas animales y vegetales tradicionales.
La proteína microbiótica destaca por su altísimo valor nutricional y su facilidad de digestión.
Aporta entre un 50 y un 80 % de proteína completa con un perfil de aminoácidos equiparable al del suero de leche, pero sin lactosa, sin gluten, sin soja ni alérgenos comunes.
Su perfil nutricional ha llevado a muchos expertos a considerarla un auténtico superalimento. Cada ración de 30 gramos aporta alrededor de 25 gramos de proteína de alta biodisponibilidad, junto con vitaminas del grupo B, hierro, zinc, selenio, fibra prebiótica (beta-glucanos) y compuestos antioxidantes como el glutatión. Todo ello en menos de 120 kilocalorías.
Por su versatilidad y perfil hipoalergénico, está indicada para veganos y vegetarianos que buscan fuentes completas de proteína, deportistas que desean optimizar su recuperación muscular, personas mayores que quieren preservar masa magra y consumidores que valoran la sostenibilidad en su dieta.
Su proceso de producción, basado en la fermentación controlada, requiere un 90 % menos de agua que la proteína animal y reduce de forma drástica las emisiones de CO₂. Además, es de rápido crecimiento, porquelos microorganismos se multiplican rápidamente, lo que permite obtener grandes cantidades en poco tiempo, convirtiéndola en una opción sostenible tanto para el planeta como para la salud.
Tras años de desarrollo, el mercado internacional ya ha introducido este tipo de proteína y existe una creciente demanda global. En países como Estados Unidos, Canadá y Alemania, ya forma parte habitual de bebidas listas para consumir, barritas energéticas, panes proteicos o productos para personas mayores. En Japón y otros países asiáticos, su sabor umami natural se aprovecha en caldos funcionales.
Los informes de mercado de firmas como Nielsen confirman un crecimiento anual de doble dígito, impulsado por la demanda de productos plant-based ricos en nutrientes y bajos en alérgenos.
En España, esta innovadora fuente de proteína se puede consumir de diferentes formas: polvo neutro y polvo sabor cacao, vainilla o plátano, ideales para batidos proteicos. Gracias a su rápida solubilidad y resistencia a la cocción suave, puede añadirse fácilmente a yogures vegetales, sopas, salsas o masas de pan y hamburguesas, entre otros, sin alterar textura ni propiedades.
También se acaban de lanzar productos funcionales como caldo proteico, puré de patatas con alto contenido en proteína, pan proteico o desayunos enriquecidos con avena.
Estos productos los comercializa Tentorium Energy, especializada en el desarrollo y comercialización de proteínas de origen no animal y la primera empresa nacional en lanzar una gama completa basada en proteína de levadura nutricional inactiva.
Las marcas en las que se pueden encontrar los productos con proteína microbiótica en España son: Energy Feelings, con alimentos basados en nutrición funcional; Green Tahr, con soluciones de nutrición deportiva; y NUVEG, con soluciones deshidratadas “ready to cook” aptas para veganos.
La seguridad de esta proteína está avalada por su naturaleza inactiva, lo que significa que no contiene microorganismos vivos, lo que permite que sea apta incluso para personas inmunodeprimidas, embarazadas o niños, siempre en cantidades moderadas y previa consulta con un especialista en casos de condiciones médicas específicas.
Es adecuada para dietas FODMAP (específicas para personas que padecen trastornos gastrointestinales), celíacos e intolerantes a la lactosa, con la única excepción de personas que padezcan alergias concretas a levaduras, una patología muy poco frecuente.
Más allá del ámbito deportivo o clínico, su uso cotidiano está especialmente recomendado a partir de los 50 años para combatir la pérdida natural de masa muscular (sarcopenia), pero también en etapas de crecimiento, gestación o pérdida de peso. Al incrementar la saciedad y estabilizar la glucemia, su consumo ayuda a reducir antojos, recortar calorías y mantener la masa magra durante las dietas de control.
“A partir de los 50 años la pérdida de masa muscular se acelera. Incorporar 20-30 g diarios de proteína de levadura ayuda a mantener fuerza y metabolismo, gracias a su leucina y fácil digestión. También es útil en adolescentes con dietas veganas, cuando los requerimientos anabólicos son altos. Su fibra prebiótica mejora la microbiota intestinal en todas las edades, pero su mayor beneficio aparece en etapas con riesgo de déficit proteico o digestiones sensibles”, asegura Roger Vilagelliu, nutricionista y asesor técnico de Tentorium Energy.
Además, añade que es importante tener en cuenta que el consumo de esta proteína debe complementar a una dieta equilibrada y a un estilo de vida saludable: “Incluso con una alimentación variada es difícil alcanzar la dosis óptima de proteína completa sin aumentar grasas saturadas o colesterol. La proteína de levadura ofrece aminoácidos esenciales en un formato concentrado. Resulta muy práctica en días con poco tiempo para cocinar, en dietas con restricciones o cuando las necesidades aumentan como en etapas de crecimiento, embarazo o envejecimiento”.
|