por Infogeriatria / Generali 1 de agosto, 2025
< Volver

Elegir un seguro de salud no es una decisión que deba tomarse a la ligera. A la hora de preguntarse cuál es el mejor seguro de salud, la mayoría de las personas se deja llevar por el precio o por una publicidad llamativa. Pero lo cierto es que hay muchos otros elementos más importantes que conviene analizar.

Desde las coberturas hasta la atención al cliente, pasando por el cuadro médico o los periodos de espera, hay numerosos factores que pueden marcar una gran diferencia en el bienestar y tranquilidad. En este artículo te guiamos paso a paso para que hagas una elección informada, práctica y realista.

Coberturas: no quedarse solo con lo básico

Un seguro de salud no es solo para revisiones médicas. Lo que realmente aporta valor es saber que, ante cualquier situación seria, estarás cubierto. Por eso, hay que revisar qué incluye exactamente cada póliza.

No todos los seguros cubren lo mismo. Algunos limitan la hospitalización, excluyen ciertas pruebas diagnósticas o no incluyen especialidades como salud mental o fisioterapia. No se trata de elegir “el más completo” porque sí, sino el que tenga lo que realmente cada usuario o su famiia requiere.

Un consejo clave es pensar a medio y largo plazo. ¿Planeas tener hijos? ¿Practicas deporte de forma habitual? ¿Tienes antecedentes familiares de ciertas enfermedades? Estos factores pueden ayudarte a definir qué coberturas son imprescindibles.

¿Está tu médico dentro del cuadro?

Uno de los puntos más importantes y que muchas veces se pasa por alto: el cuadro médico. De nada sirve contratar un seguro si luego no puedes acudir a los profesionales o centros que generan confianza.

En este punto, conviene revisar con calma:

  • Si están incluidos los hospitales o clínicas preferidas
  • Qué especialistas hay disponibles en cada zona
  • Si existe la opción de libre elección o de reembolso

Comprobar esto antes de firmar es fundamental. Y si ya se cuenta con un profesional de confianza, buscar directamente en el cuadro médico del seguro para asegurarte de que podrás seguir acudiendo a él.

Reembolso o asistencia: ¿qué sistema conviene?

Aquí muchas personas se confunden porque no entienden bien cómo funciona cada modalidad. Básicamente, hay dos:

  • Asistencia sanitaria: solo puedes ir a médicos del cuadro. Es más económico y sencillo de usar.
  • Reembolso de gastos: puedes acudir a cualquier médico, pagas tú primero y luego el seguro te devuelve parte del coste.

Ambas opciones tienen ventajas. La primera es práctica si no se quiere adelantar dinero. La segunda da más libertad, pero es más cara. La decisión depende del estilo de vida, prioridades y presupuesto.

Cuidado con las preexistencias

Este es un factor que muchas personas descubren demasiado tarde. Las preexistencias son enfermedades o condiciones que ya tenías antes de contratar el seguro.

No todos los seguros las cubren y, en muchos casos, pueden aplicar exclusiones, limitaciones o incluso denegar la solicitud. Por eso es esencial ser transparente al rellenar el cuestionario médico y preguntar directamente cómo trata esa aseguradora las condiciones previas.

No se trata de ocultar información. Se trata de evitar sorpresas desagradables cuando realmente necesitas asistencia.

Carencias: el tiempo que debes esperar

Otro aspecto clave son los periodos de carencia, es decir, cuánto tiempo debe pasar desde que se contrata el seguro hasta que puede usarse ciertos servicios.

Por ejemplo:

  • Hospitalizaciones: pueden tener carencias de hasta 10 meses
  • Parto: suele estar cubierto después de 8 o 12 meses
  • Reproducción asistida o pruebas complejas: también con esperas

Si estás pensando en contratar el seguro porque ya necesitas una intervención, es probable que no puedas usarlo de inmediato. Sin embargo, algunas aseguradoras eliminan las carencias si vienes de otra póliza anterior. Conviene preguntar.

¿Y la atención al cliente? Fundamental

Cuando uno está enfermo, lo último que necesitas es pasar horas intentando contactar con la aseguradora o resolver gestiones administrativas. Por eso, la calidad del servicio también cuenta, y mucho.

Un buen seguro debería ofrecer:

  • Atención telefónica ágil y clara
  • Aplicación o área digital sencilla para pedir citas
  • Tramitación rápida de autorizaciones y reembolsos

No hay un “mejor seguro de salud” para todos

La clave está en personalizar. No existe una póliza universalmente perfecta, sino una que encaje con las circunstancias personales, las necesidades médicas y  forma de vida.

Antes de decidirte, hay que hacerse estas preguntas:

  • ¿Qué tipo de medicina uso más: general, especializada, alternativa?
  • ¿Qué uso le daré al seguro en el día a día?
  • ¿Tengo enfermedades crónicas o condiciones especiales?
  • ¿Estoy dispuesto a pagar más por un mejor servicio o libertad de elección?

Elegir con cabeza, no con prisa

Elegir un seguro de salud es una decisión seria. No se puede hacer en cinco minutos ni solo porque lo recomiende un amigo. Leer, comparar, preguntar. Y sobre todo, pensar en el bienestar a largo plazo.

Contratar el mejor seguro de salud no es cuestión de suerte ni de elegir el más caro. Es cuestión de analizar lo que realmente uno necesita, informarse bien y decidir con criterio. La salud, al fin y al cabo, es la inversión más valiosa.

Noticias relacionadas

comments powered by Disqus

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de sus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas o videos vistos). Puedes obtener más información y configurar sus preferencias.

Configurar cookies

Por favor, activa las que quieras aceptar y desactiva de las siguientes las que quieras rechazar. Puedes activar/desactivar todas a la vez clicando en Aceptar/Rechazar todas las cookies.

Aceptar/rechazar todas
Cookies Analíticas

Cookies que guardan información no personal para registrar información estadística sobre las visitas realizadas a la web.

Cookies de Marketing

Cookies necesarias para determinadas acciones de marketing, incluyendo visualización de vídeos provenientes de plataformas como Youtube, Vimeo, etc. y publicidad de terceros.

Cookies de Redes Sociales

Cookies relacionadas con mostrar información provenientes de redes sociales o para compartir contenidos de la web en redes sociales.