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Durante la XIV Reunión Científica de Ginecología Privada (GINEP), la Dra. Silvia P. González, ginecóloga y presidenta electa de la AEEM, puso de relieve una problemática de salud femenina a menudo invisibilizada: el desequilibrio de la microbiota vaginal y su impacto en la salud íntima de la mujer.
El 75% de las mujeres sufrirán al menos un episodio de infección vulvovaginal a lo largo de su vida1. Así lo ha puesto de manifiesto la Dra. Silvia P. González, ginecóloga y presidenta electa de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), durante la XIV Reunión Científica de Ginecología Privada (GINEP), un encuentro de referencia en el ámbito ginecológico en el que se ha abordado, entre otros temas, la importancia de preservar el equilibrio de la microbiota vaginal como medida esencial para la salud íntima femenina.
La Dra. González alertó sobre la falta de conciencia general respecto al papel que desempeña la microbiota vaginal en la prevención de infecciones recurrentes. “La microbiota vaginal saludable, principalmente compuesta por especies de Lactobacillus, cumple funciones esenciales. Cuando este ecosistema se altera, fenómeno conocido como disbiosis, se produce una disminución de los lactobacilos protectores, elevación del pH vaginal, proliferación de microorganismos patógenos y mayor vulnerabilidad a infecciones como vaginosis bacteriana, candidiasis y algunas infecciones de transmisión sexual”, explicó.
A pesar de su relevancia, la microbiota vaginal sigue siendo una gran desconocida para muchas mujeres. Según un estudio del Instituto de Microbiota Biocodex, solo 1 de cada 5 sabe exactamente qué significa el término "microbiota vaginal", y más de la mitad de las mujeres encuestadas nunca lo ha oído2. Esta falta de información repercute directamente en la prevención de patologías ginecológicas comunes. De hecho, las infecciones vulvovaginales representan actualmente el 20% de las consultas ginecológicas 3, un dato que pone en evidencia la necesidad urgente de mejorar la educación en salud íntima.
La Dra. González insistió en que “las pacientes suelen acudir cuando las infecciones ya son recurrentes o crónicas, habiendo probado múltiples tratamientos por su cuenta”. En este sentido, subrayó que la falta de información genera conductas inadecuadas de higiene íntima, uso excesivo de productos que alteran el pH vaginal, automedicación inadecuada ante síntomas leves y retraso en la consulta profesional por normalización de molestias recurrentes.
Asimismo, destacó la aportación positiva del uso de medicamentos probióticos de administración vía vaginal con cepas específicas para restaurar y mantener el equilibrio de la microbiota vaginal, ayudando así a prevenir la recurrencia de infecciones vaginales. “La evidencia científica demuestra que estos medicamentos probióticos constituyen una herramienta terapéutica eficaz porque reducen significativamente las recurrencias de vaginosis bacteriana y candidiasis vulvovaginal, acortan la duración de los síntomas, mejoran la respuesta al tratamiento antimicrobiano convencional cuando se usan conjuntamente, y restauran el pH vaginal fisiológico”.
Más allá de los tratamientos, la clave está en la información y la prevención. Por ello, también recordó la importancia de tener una higiene adecuada y un estilo de vida saludable, utilizar ropa interior de tejidos naturales como algodón, orinar tras relaciones sexuales, estar atenta durante cambios hormonales -embarazo, menopausia- ya que son momentos de mayor vulnerabilidad, no automedicarse y acudir al ginecólogo ante cualquier alteración persistente.
Normalizar el cuidado de la microbiota vaginal es, según los expertos, un paso indispensable para mejorar la salud ginecológica de las mujeres y reducir la alta prevalencia de infecciones. “La salud vaginal es parte integral de la salud de la mujer y no debe ser un tema tabú ni estar rodeada de desinformación. Es necesaria educación desde edades tempranas, normalizar la conversación entre mujeres y profesionales sanitarios, y empoderar a las mujeres con conocimiento científico frente a mitos y prácticas perjudiciales. La medicina del siglo XXI debe ser personalizada, preventiva y basada en el entendimiento del microbioma humano. La ginecología tiene la responsabilidad de liderar este cambio de paradigma en beneficio de la salud y calidad de vida de las mujeres”, concluyó la Dra. González.
Con esta visión, la compañía farmacéutica especializada en la salud y bienestar de la mujer SEID Lab ha lanzado Intibiotics® Vaginal, un probiótico vaginal con garantía de medicamento.
Este medicamento está indicado para la normalización de la microbiota íntima alterada tras el tratamiento antibiótico de la vaginosis bacteriana y para mantener una microbiota vaginal normal en casos de infecciones vaginales recurrentes.4 Para mayor eficacia, Intibiotics® Vaginal contiene 100 millones de unidades formadoras de colonias (UFC) de la cepa Lactobacillus plantarum P 17630, que forma parte de la flora microbiana vaginal natural, lo que permite repoblar de forma dirigida y fisiológica el entorno vaginal, ayudando a prevenir nuevas alteraciones en el futuro.
La posología recomendada para mujeres adultas (+18) es la introducción vía vaginal de una cápsula por la noche antes de acostarse durante 6 días, ya sea después del tratamiento antibiótico de la vaginosis bacteriana o para el mantenimiento de una microbiota vaginal normal en caso de infecciones recurrentes. En este último caso, el ciclo puede repetirse una vez al mes, durante dos meses.
Intibiotics® Vaginal está disponible en envases de 6 cápsulas vaginales duras y se puede adquirir en farmacias, siguiendo la recomendación y prescripción del especialista.