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En este artículo analizamos cómo cuidar el cabello con productos de dermocosmética y a través de la alimentación tras someterse a una operación para un injerto o recuperar la densidad capilar.
España es, lamentablemente, un país de calvos. Según el último estudio publicado por Medihair, encabezamos el ranking; Italia, Francia y Estados Unidos nos siguen de cerca. Aunque la pérdida de cabello es más frecuente en los hombres, las mujeres tampoco escapan a esta realidad. En ambos casos, suele tratarse de una alopecia androgénica o «calvicie común» que se da en el 95 % de las ocasiones.
Perder más de 100 cabellos cada día es un claro síntoma de alopecia androgénica, cuyos principales factores son dos: la genética y las hormas. No obstante, esta no es la única clase de calvicie que existe. La Clínica Universidad de Navarra explica que también está la alopecia areata. Aunque, por ahora, se desconoce su origen, los médicos la consideran una «enfermedad autoinmune» o una consecuencia más del estrés. Para minimizar el impacto que la calvicie tiene sobre la apariencia física, algunos optan por hacerse un injerto capilar en Granada.
A continuación, explicamos cómo habría que cuidar el cabello después de este tipo de intervenciones.
En la introducción, sobre todo, aludíamos al factor genético. Sin embargo, esta pérdida de pelo también se puede deber a ciertos tratamientos (por ejemplo: a la quimioterapia en personas con cáncer). Los profesionales también apuntan a varias carencias en la dieta. A propósito de esto último, la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. afirma que las «dietas drásticas» son otra causa más. En concreto, relaciona no tomar suficientes proteínas con la alopecia areata.
Por otra parte, la Clínica Universidad de Navarra explica que la anemia por déficit de hierro es otro posible desencadenante de alopecia; igual que también lo es el uso excesivo de tintes.
A la hora de evaluar el nivel de alopecia androgénica que una persona tiene, los profesionales utilizan la escala de Hamilton-Norwood. En total, hay siete grados de calvicie.
Entre las medidas que se pueden tomar para cuidar el cabello después de un injerto capilar, encontramos:
Se recomienda realizar el lavado 96 horas después de haber efectuado el injerto, es decir, al cabo de cuatro días. A diferencia de los lavados convencionales, la persona deberá tener muy en cuenta la presión del agua (poca potencia) y la temperatura (el agua caliente queda completamente descartada en los días posteriores al injerto).
En cuanto al champú, es importante aplicarlo con pequeños toques en la zona del injerto capilar. Después de dejarlo actuar, se aclara con agua tibia (tampoco se recomienda usar agua fría). Para aclarar el champú, hay que hacer lo mismo que para extenderlo y secarlo: dar pequeños toques.
Por último, se seca la zona del injerto con la ayuda de una toalla (importante: la toalla no debe restregarse por la superficie)
Al finalizar la intervención, los especialistas en injertos capilares generalmente les dan a sus pacientes un tónico capilar en formato spray, que deberán aplicar cada 2 horas durante 10 días. Como ingredientes, incluyen: agua rica en sales, yodo y dióxido de carbono.
El spray de agua termal permite:
Como es un producto que se puede aplicar de forma inmediata, no hace falta dejar transcurrir cierto tiempo antes de utilizarlo.
Los sprays de 300 mL suelen ser suficientes para cubrir los 10 días de aplicación. En algunas ocasiones, el tónico capilar forma parte de un pack con el bote de champú
El pH indica el nivel de acidez de una sustancia. En función de este parámetro, los champús para pelo pueden ser neutros, alcalinos o ácidos. Quienes se han sometido a un injerto capilar necesitarán un champú neutro, es decir, con un pH de 7. Todos los champús cuyo pH esté por debajo o por encima no son adecuados en este caso: si son inferiores a 7, son ácidos (como el jugo de un limón), y si superan el valor 7, son alcalinos (como los detergentes).
No obstante, aunque utilizar un champú neutro conviene en caso de injerto, el pH ideal del champú depende del nivel de acidez del cuero cabelludo, que puede variar de una persona a otra. Por esta razón, en las peluquerías, el personal podría decidir usar un champú ácido después de haber realizado una coloración. El pH ácido cierra las puntas del pelo, que se quedan abiertas tras la coloración.
Finalmente, damos algunas claves que, a nivel nutricional, favorecerían la salud del cabello después del injerto. En este punto, conviene aclarar que la nutrición impacta en la salud del pelo del mismo modo en que lo hace en cualquier otra parte del organismo. Unos malos hábitos alimentarios pueden debilitar el cabello.
Por eso, expertos como la Dra. Karlexis León recomiendan incluir en la dieta: