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En el Día Mundial de la Diabetes, entrevistamos a Alba Yuste, doctora en Ciencias de la Salud y profesora en la UCAV, quien revela cómo simples hábitos alimentarios y de estilo de vida previos al embarazo pueden marcar la diferencia entre desarrollar o no diabetes gestacional. Su estudio en el Hospital Universitario La Paz arroja hallazgos de alto impacto, colocando el foco en la dieta pregestacional como principal factor de riesgo en mujeres sin antecedentes y transformando la prevención desde la raíz.
Alba Yuste (AY). Hasta ahora, los factores de riesgo clásicos para la diabetes gestacional son bien conocidos: edad materna avanzada, IMC elevado, antecedentes familiares de primer grado con diabetes tipo 1 o 2, síndrome de ovario poliquístico y resistencia a la insulina. En mi investigación —realizada en el Hospital Universitario La Paz en mujeres normoglucémicas y sin factores de riesgo previos— observamos que el determinante principal no estaba en el embarazo, sino antes de él. La dieta y el estilo de vida pregestacional fueron claves.
De forma específica, las mujeres que desarrollaron diabetes gestacional presentaban:
Estos hábitos contrastaban claramente con los de las mujeres que no desarrollaron la enfermedad. Todos los resultados fueron publicados en una revista científica de alto impacto (Q1), con elevada consistencia estadística.
AY. Las complicaciones que más nos preocupan se dividen en dos grupos:
Consecuencias perinatales a corto plazo en el recién nacido:
Consecuencias maternas a corto plazo:
AY. El momento crítico es la etapa preconcepcional. En mujeres en edad fértil con deseo de embarazo, debemos promover hábitos alimentarios saludables y estilos de vida activos que reduzcan el riesgo desde el inicio. Una vez diagnosticada la diabetes gestacional, el pilar del tratamiento es el control glucémico estrecho, supervisado por un equipo multidisciplinar —ginecología, endocrinología y enfermería especializada— para mantener la glucosa en rango y evitar complicaciones materno-fetales.
AY. Los pilares esenciales serían:
AY. Las medidas más eficaces incluyen:
AY. Algunas pautas útiles para reducir el riesgo de diabetes gestacional son:
AY. Respecto a los carbohidratos: lo decisivo es su índice y carga glucémica. Son los nutrientes más directamente relacionados con la glucemia y, por tanto, con el desarrollo tanto de diabetes gestacional como de diabetes tipo 2. En cuanto a las grasas, influyen en la velocidad de absorción de los azúcares. Las grasas insaturadas —como el AOVE— ayudan a evitar picos de insulina y protegen de la enfermedad cardiovascular por su efecto sobre el colesterol HDL. Por último, en cuento a las proteínas, las recomendaciones son similares a las de la población general. Deben ser proteínas de alto valor biológico y con buena biodisponibilidad. El huevo es un excelente ejemplo.
AY. Las mujeres con diabetes gestacional tienen un riesgo aumentado de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión, obesidad, enfermedad cardiovascular o nueva diabetes gestacional en futuros embarazos. Por ello, es indispensable realizar controles glucémicos postparto en hospitales de referencia, como La Paz, para detectar precozmente cualquier alteración.
Además, deben mantenerse las pautas que reducen la sobrecarga pancreática: